sábado, 3 de septiembre de 2016

De la Gran Transformación a la Gran Continuación




De la Gran Transformación a la Gran Continuación

Por Jeffrey M. Kihien
Cuando el ama de casa contrata a una persona para que le ayude en la casa con la labores cotidianas, primero la toma a prueba para cuantificar la eficiencia de su trabajo, para comprobar si esta persona contratada le sirve o no, y si merece la inversión del pago de su salario. Si le sirve a la ama de casa, la contrata y la relación laboral puede durar años, sino para siempre. Es una relación laboral en la cual ambas partes ganan. Lo mismo sucede en cualquier relación comercial en la cual entramos en nuestra vida cotidiana y diaria, buscamos siempre la optimización de nuestra inversión, y la persona contratada quiere vender sus conocimientos y habilidades al precio más alto posible y sin intervención de terceros. Esta relación sucede mayormente en las relaciones laborales/comerciales privadas, en estas el objetivo es la eficiencia.
Esa es la mentalidad natural del ser humano que intenta optimizar los recursos que son siempre escasos. El concepto de que los recursos son ilimitados es erróneo, sino falso.
Sorpresa por ese motivo causa que el Presidente de la Republica, Mr. PPK, defienda a los empleados públicos de mediano y  alto nivel que fueron contratados durante la gestión de los Humala/Heredia, si los resultados que obtuvieron durante los últimos cinco años fueron negativos y mediocres. ¿Cuál es la carta de presentación de estos funcionarios públicos para solicitar se les renueven sus contratos? Yo personalmente no les veo mérito alguno, y sus salarios son pagados con dinero de los impuestos de todos los peruanos. Uno de los motivos que se esgrime “es que conocen como funciona el aparato estatal”. Ese motivo es en la práctica suficiente para dejarlos ir. Todos los peruanos conocemos como funciona el aparato estatal, y lo definimos como: Lento, mediocre, corrupto, engorroso, no confiable, sucio, ineficiente. Y si un funcionario de mediano o alto nivel “conoce el aparato estatal,” ¿ por qué no hace algo para mejorarlo? ¿ o son ellos parte fundamental del problema?.
Lo que resulta más extraño todavía es que Mr. PPK coloca las manos al fuego directamente por muchos de ellos, por funcionarios directamente responsables por el deterioro de la economía, la cual es el reflejo directo del fracaso de sus gestiones. Los motivos se vuelven aún más extraños si consideramos que la carta de presentación de Mr. PPK fue su experiencia en el sector privado, la misma que más bien pareciera que no existe, porque Mr. PPK trabajo la mayor parte de su vida como funcionario público, y cuando no lo fue,  se relacionó con el gobierno utilizando sus contactos personales para realizar lobbies. Mr. PPK no actúa con la eficiencia de un gerente de una empresa privada, más bien se comporta justificando las típicas argollas políticas. Esa conducta es nefasta en la administración pública.  
La eficiencia y el valor económico que agregaron los funcionarios públicos Humalistas es nulo, esto no puede ser negado porque las evidencias se sienten, más importante aún es resaltar la ideología con la cual ellos toman sus decisiones. Los funcionarios Humalistas fueron contratados en el gobierno del Nacionalismo  por su afinidad a la doctrina política progresista, la cual es una forma solapada para decir Socialismo del Siglo XXI, o comunismo. El progresismo, como doctrina política no cree en la libertad individual para crear riqueza, por ese motivo, desde sus posiciones de poder dentro del gobierno reglamentan y regulan todo, y su visión del mundo es que todos “seamos iguales,” ningún peruano, dentro de su mentalidad política progresista, puede resaltar o tener éxito en base a su éxito individual, porque inmediatamente su éxito será atacado y reglamentado, y al final será acusado de fomentar la desigualdad.
Mr. PPK empieza mal su gobierno. Espero estar equivocado, pero más parece el gobierno de la “Gran Continuación.”


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