El 5
de Abril y la Constitución de 1993
Por Jeffrey M. Kihien-Palza
Sí que he vivido en tiempos
interesantes, por ejemplo, la guerra fría y sus conflictos alrededor del mundo,
la constante amenaza de guerra nuclear entre el mundo libre y el bloque
comunista soviético, la instauración del socialismo en el Perú con el golpe de
Estado de Juan Velasco Alvarado, la caída del muro de Berlín y el posterior
desmantelamiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la
constitución peruana de 1979, el terrorismo de Sendero Luminoso y los Túpac
Amaros, la democracia asustada, inerte y sin liderazgo de Belaunde en 1980, el
primer gobierno de Alan García Pérez, que fue un desastre apocalíptico, y luego
el rompimiento con la línea de la historia, cuando Alberto Fujimori ganó las
elecciones en 1990.
A partir del 1987, estando
ya en la universidad, a menudo me preguntaba en que momento desaparecería el
Perú, el estado peruano había colapsado, se envenenaba con su propia burocracia
y leyes formuladas por un estado altruista, creyente de que la felicidad y la
prosperidad humana se pueden dictar desde un escritorio suprimiendo la libertad
individual y el derecho a crear riqueza. Las leyes del altruismo de estado no
paraban de ser producidas, la burocracia estatal tenía que justificar su
existencia dándose asimismo más poder. No me van a creer que todos los
artículos subían todos los días, un pan podía costar un sol a las ocho de la
mañana y un sol treinta a las ocho de la noche, y eso, si es que había, porque
el gobierno de Alan García legislo leyes de control de precios, entonces el
empresario no podía vender su producto al precio que le generara un retorno.
Esa ley del estado altruista generaba desabastecimiento, porque nadie produce a
perdida y mercado negro. Imagínense, comprar pan en el mercado negro. Eso lo
viví yo, experimente el estado altruista, que no permitía que el panadero se
aprovechase de mi vendiéndome el pan caro, era mejor que no hubiese pan. Tal
cual sucede en Venezuela en estos momentos.
Además de la hiperinflación,
todos los días habían ataques terroristas, todos los días policías, militares y
civiles eran asesinados. Todos los días ponían bombas y los terroristas
secuestraban para cobrar rescate y amenazaban al estado públicamente. Todo
estaba envenenado, la burocracia estatal y la clase política (era una clase
social aparte) no permitirían jamás cambios estructurales, porque ellos vivían
por generaciones del estado, de todas las empresas publicas fallidas y
colapsadas, y de los cientos de proyectos estatales que se inauguraban con
nombres pomposos y nunca funcionaban. Asimismo, la Constitución del 79, era un
documento estatista, en donde el peruano no existía como un individuo, si no
como parte de un ente colectivo, una masa incapaz de razonar por sí misma,
siendo la burocracia y la clase política los encargados, por ley, de pensar y
decidir por el peruano. La Constitución del 79 no permitía la creación de
riqueza, por el contrario la castigaba como si fuese un pecado. Es esos años los
conceptos de empresa, libre mercado, capitalismo, ganancia, especulación, producción
estaban prácticamente proscritas. Los políticos solo las utilizaban para añadir
un concepto negativo.
El sistema socialista no
daba para más, o se realizaban las reformas o el Perú desaparecía. Las reformas
no se podían hacer por consenso político, era imposible, la burocracia no se reformaría
asimisma y el congreso no cedería a perder su caudal político, ellos apostaban
a que el gobierno callera en unos meses, para luego ganar poder. Mientras tanto
el terrorismo avanzaba porque no existía legislación antiterrorista. Los grupos
terroristas habían infiltrado el estado, era común escuchar desde el congreso
pedidos de amnistía y libertad para terroristas presos y sentenciados,
inclusive congresistas hacían huelgas de hambre para apoyar a sus camaradas en
armas. Los jueces, temerosos soltaban a los terroristas, sino los mataban en
las calles, y para cerras con broche de oro, cuarenta terroristas del
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, fundado por el aprista Polay Campos, se
escaparon de prisión por un túnel, durante el gobierno de Alan García. Todo
estaba fuera de control.
En las elecciones del 90, yo
hice campana férrea en el Movimiento Libertad, su filosofía era clara; reformar
el estado, apertura rel Perú al mundo, desmontar el estado socialista, esa era
la filosofía en la cual creía y sigo creyendo. Pero, MVLL perdió las elecciones
por falta de olfato político al asociarse con políticos tradicionales.
Es así como llegó el 5 de
Abril de 1992, con los ánimos y relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso muy
caldeados y sin horizonte para concertar. La decisión del matemático Fujimori
fue dada; se cierra el Congreso, y se convoca a una asamblea constituyente para
formular una nueva carta magna. Al siguiente año, 1993, por referéndum la Constitución
de 1993 fue aprobada.
No voy a explicar, defender o denigrar el nacimiento de la Constitución
del 93,lo único que puedo decir es que desde mi ambición y conveniencia
personal, desde mi visión individualista y egoísta, la constitución del 93 es
la mejor Carta Magna que el Perú ha tenido desde el nacimiento de la Republica.
El país progreso, la pobreza se redujo y lo más interesante es que la
mentalidad del país cambio. Mi generación, la generación X, es a la cual le
debemos dar las gracias. Esos peruanos que por ahora deben pasar los cuarenta años
son los que salvaron al Perú de la desaparición de la historia, y no estoy
bromeando ni especulando.