Friedrich Nietzsche |
Cuando Friedrich Nietzsche publicó la Gaya Ciencia en 1882 supo que la “muerte de Dios” estaba cerca, y que las consecuencias para la civilización posiblemente serian horrendas. Quizá el filósofo imaginó que la liberación de la humanidad de la moral cristiana, que por siglos había moldeado la individualidad del ser, bien valía el costo en destrucción y muerte que estaba por venir. “Dios ha Muerto” significa el fin del monopolio de la tradición ideológica y moral cristiana en Europa, solamente años después de la publicación de Gaya Ciencia, las guerras mundiales, la primera y la segunda, serian ocasionadas no en nombre del dios católico como en el pasado, sino más bien por hermandades, por clanes y grupos de amigos que se agruparon para tomar el poder y conquistar el mundo. Con la muerte del dios cristiano apareció el nazismo, el comunismo y el fascismo, tres hermandades que implantaron sus valores morales con la fuerza del fusil y de la nueva razón.
Atrás quedaron las guerras de conquista que Europa realizó en
nombre de la fe cristiana y el afán evangelizador. Francisco Pizarro tomó el
Imperio de los Incas en nombre del dios cristiano y con un cura siempre al lado.
El episodio de Atahualpa tirando la biblia al suelo por no poder entender que dios
podía estar contenido en la palabra y en los versos de la biblia, mas no en el
hombre mismo, como él que era dios e Inca, desencadenaron una serie de
acontecimientos que cambiaron la historia de la humanidad, incluyendo la propia
muerte del Inca, previo juicio y bautismo cristiano. La justicia imperial
española condenó un dios viviente a muerte.
El siglo XX fue el siglo de la confrontación bélica e ideológica
de las hermandades. Comunismo, fascismo, nacional socialismo (NAZI) y
capitalismo en constante lucha por el poder. La libertad capitalista
oponiéndose a la esclavitud mental comunista. Ambas hermandades infiltrando su
ideología en la iglesia cristiana,
moviendo sus alfiles para ganar apoyo y asegurar su supervivencia.
El siglo XXI nos trae otro tipo
de antagonismo, en donde el dios cristiano es resucitado no por los cristianos,
sino más bien por el islamismo radical que acomete contra los valores
occidentales post muerte de dios y lo hace de una forma simple, atacando el
cristianismo. Toda la “decadencia occidental” es representada para el
islamismo radical en el cristianismo,
ellos no ven o no se enteraron que las hermandades son las que han impuesto los
valores occidentales en la sociedad durante todo el siglo XX mas no la iglesia
católico cuyo papel fue y es más bien decorativo.
Dios ha resucitado, el dios
cristiano toma una nueva ideología adaptándose a los valores del siglo XXI, lo
hace suavemente, sabe esperar, sus dos mil años de historia le han enseñado que
a los enemigos se les gana con paciencia, con calma, y que no existe enemigo
chico, todos son enemigos. El antagonismo contra el Islam le abre las puertas
que aseguran su supervivencia por otros mil años. Pronto volverán las guerras
religiosas a gran escala, globales.
La hermandad musulmana radical en el poder en
Iran tiene planeado desarrollar bombas nucleares. Una vez las tengan, serán un
demonio suelto. Sus políticos han jurado destruir Israel, el enemigo es
occidente y su cultura cristiana. En este momento, al escribir estas líneas,
están masacrando a las minorías cristianas en Siria e Irak. El nuevo estado
islámico, conocido también como ISIS, es un grupo terrorista muy bien armado y
con bastante dinero para mantener un ejército, ha declarado que violar a una
mujer cristiana es sagrado asegurando el ingreso al paraíso para el violador y
para la violada. Son provocadores, decapitan a sus enemigos católicos
públicamente, convirtiéndolo en un acto de propaganda global. La reacción de
occidente cristiano, es tibia por el momento, la iglesia católica está
esperando el mejor momento para declarar y llamar a una nueva guerra santa.
Dios ha resucitado.