sábado, 2 de julio de 2016

LA MANZANA ENVENENADA

La Manzana Envenenada
Por Jeffrey M. Kihien-Palza
Creo que era el año 2006 cuando visite Buenos Aires, y me reuní con un amigo y colega abogado muy conocido en esa ciudad. Compartimos aulas mientras ambos estudiamos el Master in Law en Washington, DC.  Eran los anos del poder absoluto de los Kirchner en Argentina, que para mantener su popularidad hacían uso del populismo legal que en apariencia es la receta más barata. Recuerdo que le sugerí a mi amigo que contratara más abogados, porque su carga de trabajo era abrumadora. Me respondió que contratar era muy sencillo, lo difícil era despedir cuando la carga de trabajo disminuyera, que es seguro sucedería. Agregando, que en un juicio laboral el  empleador perdía casi siempre, y en caso ganara igual  tenía la obligación de pagarle al trabajador los costos del juicio. “Es una extorción total, che,” me dijo mi amigo, con el típico sarcasmo gaucho, para luego agregar,” más difícil aun contratar mujeres, porque si salen embarazadas hay que darles por ley 90 días libres que se pueden alargar hasta seis meses, y los empleadores nos quedamos en el aire con el laburo, por eso nadie contrata mujeres.” Eso es lo que sucede con las leyes laborales, que supuestamente defienden al trabajador, pero en la realidad es una manzana envenenada que limita o elimina totalmente la creación de empleo, afectando directamente al grupo que supuestamente quiere proteger.
Una manzana envenenada les ha sido enviada a las mujeres peruanas, directamente a las jóvenes que recién ingresan al mercado laboral, les han extendido el  periodo de descanso por natalidad de 90 a 98 días (Ley 26644. DS 002-2016-TR). A simple lectura es una fabulosa noticia, de ensueño, porque supuestamente es mejor que la madre este con el niño recién nacido, así que estaría bien que deje el trabajo por más de tres meses. Es una ley altruista.
Pero allí está la trampa, la manzana envenenada del altruismo que destruye sociedades. Si se presenta un varón y una mujer a un puesto de trabajo, ambos con la misma edad, experiencia y educación,  posiblemente la mujer tenga mejores cualidades, y merecería ser contratada. Pero el empleador tendrá que calcular el costo de emplear a la mujer que viene con su manzana envenenada dentro de la cartera. Ausentarse más de tres meses del trabajo por maternidad,  más el mes de vacaciones, son cuatro meses,  ¿quién cubre su trabajo? ¿Cómo afecta la productividad de la empresa? y muchas otras preguntas más. En realidad complica el trabajo de la empresa y eleva los costos.
Podrán escribir tratados argumentando en contra de  mi teoría de la “manzana envenenada,” pero la realidad es una y la evidencia es abundante, no favorece a la mujer, no la ayuda a desarrollarse,  a cumplir sus metas en la vida.
Lo que es más interesante es que muchas de las normas laborales son sugeridas o impuestas por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), del cual Perú es miembro, desde esa burocracia nos envían las leyes, las manzana envenenadas que sirven únicamente para sabotear la libertad. En el caso específico de las leyes laborales, el estado no tiene por qué intervenir, es mi trabajo y yo decido como lo vendo, es mi libertad elegir el precio, mis vacaciones o si trabajo o no. La protección del estado es una manzana envenenada. Mis condolencias a las mujeres peruanas, les están boicoteando su derecho al trabajo.