El
Individualismo Como Camino hacia la Felicidad
Por Jeffrey M. Kihien-Palza
El valor moral de la responsabilidad individual
ha sido opacado por el altruismo y colectivismo estatal, la consecuencia es que
muy pocas personas asumen sus responsabilidades. La mayoría cubre sus acciones con el manto del colectivismo y
el altruismo, y ante un acontecimiento individual, las respuestas y excusas son
a nivel colectivo. Se escuchan y leen, por ejemplo, los lamentos; “donde hemos
llegado como sociedad,” “la sociedad pide respeto,” “los valores de la sociedad
se han perdido,” pese a que el ejercicio fue individual. ¿Qué culpa tengo yo
que mi vecino sea racista? No tengo culpa alguna, y si es realmente racista, ese es asunto individual y personal, que le compete únicamente
a él.
Basta con poner atención en el uso del lenguaje
cotidiano, la mayoría hablan en tercera persona y se atribuyen la representación
de un grupo indeterminado de gente o de toda la sociedad, al final uno no sabe
a quién representan y en nombre de quien hablan o emiten opinión, porque no lo
hacen en nombre propio, no asumen la responsabilidad individual de sus
palabras, utilizan a menudo estas frases: “cómo es posible que hayamos llegado
a este extremo,”” nuestra sociedad está enferma, “no respetamos el medio
ambiente,”” nosotros no nos mereces este trato,” “el país es racista,” ”el país
es sexista,” todo un florido lenguaje en tercera persona que personalmente no
entiendo. Si un autor dice “el país es racista,” él se incluye en el grupo, entonces, es más fácil para
él y transmitiría mejor su idea si escribe; “soy racista,”” estoy enfermo,” “soy
sexista o machista,” esa es responsabilidad individual, un valor que a uno le
soluciona muchísima cosas y le abre el camino a la felicidad.
Fracasar y echar la culpa a
los demás es no asumir la individualidad. Y ese es un rasgo que se ha vuelto
cotidiano en la sociedad universal. Es muy fácil echar la culpa al otro, y ese
otro a menudo es la sociedad, que es en realidad un ente gaseoso e indefinido
que no existe y para el cual no hay concepto valido.
Los que dicen; “no tengo
casa porque la sociedad no me permite tenerla,” han perdido la fuerza de su
individualismo, han claudicado a su derecho humano, y le han entregado su individualidad
a la inexistente sociedad, que lo tritura y lo tira al hoyo del colectivismo y
altruismo estatal. Si estas en un hoyo, no sigas cavando para escapar. Si estas
metido en el hoyo del colectivismo, escapa, renuncia a él, rescata tu
individualidad.
Solo existe una forma de
alcanzar la felicidad, y es a través del individualismo, que consiste en tomar
conciencia del espacio, de los derechos y responsabilidades que como ser humano
uno tiene, y luego ejercerlas sin temor a nadie ni a nada. No puedes ser feliz flagelándote
tú mismo, no puedes ser feliz si te debes por obligación al prójimo, a la
sociedad, esa es una malformación del estado que corrompe al ser humano.
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