¿Es Necesario
el Cristianismo en la Cuarta Revolución Industrial?
Por, Jeffrey M. Kihien-Palza
Abogado, Universidad Privada de Tacna.
LLM, American
University.
LDP.MBA,
Johns Hopkins University.
El proceso de la cuarta revolución industrial ha empezado
con la declaración de cuarentena político, económica de los Estados Unidos de América.
No niego que las tecnologías que van a transformar la vida del planeta existían
con anterioridad, estas, sin embargo, estuvieron detenidas en su desarrollo por
una fuerza que todavía pone al humano y a la vida humana, primero, es la ética
y moral cristiana, a la cual en occidente católica nadie puede escapar, porque
es la esencia de la vida misma. El ateo, invento de occidente, no puede existir
sin el Dios católico. El ateo no puede existir fuera de occidente.
A diferencia de otros continentes, América fue
descubierta y fundada con la Biblia en la mano, convirtiéndose desde el primer
día en el continente dominante en el mundo, primero con los poderosos reinos
del Perú y México, y luego con los Estados Unidos de América, que en su proceso
imperialista- expansionista absorbió la tradición hispana. Noventa por ciento
del territorio de los Estados Unidos, fue hispano, de allí Estados Unidos se
quedó con el dólar, el cowboy, los caminos, las ordenadas
ciudades, la ley y el capitalismo. El hispano por su cultura mestiza heredada
de España y del Imperio Romano, se adapta a las circunstancias inmediatamente.
No voy a especular, sino afirmar, que occidente
cristiano es la región más prospera del planeta, y dentro de occidente, EEUU es
el diamante, en donde la vida gira alrededor de la iglesia. El cristianismo
ofrece un factor que ayuda al desarrollo y protege al ser humano otorgándole el
derecho a ser libre. Sin embargo, desde la declaración de la cuarentena, el
derecho a la libertad de culto religioso ha sido suprimido. Las iglesias han
sido cerradas y la jerarquía cristiana se ha quedado callada en sospechosa
complicidad con el poder político y la mega corporaciones.
La cuarta revolución industrial es diferente a las
anteriores, porque ingresa y transforma la creación divina de Dios, el hombre,
con la modificación genética y la alteración misma de las normas éticas y
morales que permiten el funcionamiento de la civilización. Combinar, por
ejemplo, genes humanos con los de ratones, con la excusa de que en algún
momento se podrían fabricar órganos humanos para ser trasplantados. O los de un
gato con una medusa, para cambiarlo de color, otra vez con la excusa de curar
enfermedades, esta tecnología se puede adquirir on-line (CRISPR) y practicarla
en casa, esta de moda ahora el bio hacking.
La inteligencia artificial combinada con la bio
tecnología, observa el panorama desde otra perspectiva: la inmortalidad, con la
eliminación del proceso de envejecimiento, considerado como una enfermedad, y
el desarrollo de la mente humana con ayuda de nano sensores instalados dentro
del cerebro mismo, convirtiendo al hombre en un ente extremadamente
inteligente, diez millones de veces mas inteligente que un humano normal.
Esa es la nueva revolucion industrial que se esta
gestando en este momento sin ningún tipo de objeción ni discusión, porque para
gestarla y desarrollarla es necesario que occidente pierda su libertad y su
escudo, la religión cristiana, y es precisamente lo que está sucediendo. Se
puede ir a comprar a un supermercado, pero esta prohibido ir a misa.
La discusión sobre el control de la población tiene
muchos años, y se han probado varios métodos, desde el aborto masivo -China
Comunista- al cambio del estilo de vida en occidente, introduciendo la idea de
que la mujer madre es una esclava del varón, y que el hombre y la humanidad son
perversos y destructores del planeta. Ocasionando alarmantes descensos de la
tasa de natalidad en Europa. Pero ahora, con la cuarta revolucion industrial,
sin compas moral, el desafío es aun mas grande porque millones de personas van
a poder vivir en muy buenas condiciones hasta los 100 años, nuevamente abriendo
el dilema de la sobrepoblación y el control de la natalidad forzada en países
pobres.
En estos tres últimos meses, por ejemplo, 95% de la
industria del comercio se ha mudado a la internet y esta controlado por la
inteligencia artificial, las ordenes son seleccionadas y despachadas por
robots. Lo mismo sucede con la industria financiera, el cajero ha prácticamente
desaparecido. Lo mismo sucede con la industria médica, que esta quebrada, 70%
del personal medico no esta trabajando en este momento, y parte de las
consultas se realizan con tele medicina e inteligencia artificial.
El debate sobre la modificación genética masiva y la
inmortalidad no se esta dando, simplemente la cuarta revolucion industrial se
desarrolla sin ningún tipo de análisis crítico en una sociedad sin derechos
básicos, y sin iglesia. Esta es la primera vez en 500 años
que el continente americano se queda sin cristianismo, y opino que es muy
peligroso, pues nos deja sin defensa moral, ética y política contra fuerzas
poderosas como la industria del aborto y de reducción de la población pobre. Para
sus fines, la cuarta revolucion industrial no quiere la moral y ética
cristiana, sus razones son claras, y perfilan un futuro sin el Dios bíblico.
Ahora, el COVID 19, es un murmullo lejano y neutro, la
discusión se centra en la recuperación de los derechos básicos y la defensa de
la vida. Cada día que pasamos sin derechos y sin moral y ética cristianas nos
hundimos más.
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