La Solución Cruel de Mariátegui
Por, Jeffrey M. Kihien
Abogado, UPT. LLM,
American University.
MBA, Johns Hopkins University.
Los “Siete Ensayos de Interpretación
de la Realidad Peruana,” promovida como la obra cumbre de José Carlos Mariátegui,
no pasan de ser comentarios con buenas intenciones y avezadas soluciones que en
la práctica resultaron catastróficas.
En el año de su publicación,
1927, la Unión Soviética, bajo el mando del dictador José Stalin, iniciaba la
forzada colectivización de la tierra con consecuencias catastróficas. Los niveles
de producción agrícola en Rusia se desplomaron inmediatamente, produciendo hambrunas
que ocasionaron la muerte directa de quince millones de personas. Los niveles
de producción pre-colectivización de la agricultura solo lograron recuperarse
hasta entrada la década de los 80, cuando el Polit Buro inició el proceso de reversión
en la tenencia y producción de la tierra, permitiendo incipiente actividad
privada.
Mariátegui observa que
el indio peruano es pobre y, siguiendo su filosofía marxista, asocia la pobreza
no a un problema individual, sino más bien económico y estructural culpando al
otro por los problemas de uno. Va más lejos aún, al proponer que el problema
nace de la propiedad de la tierra y en la legislación individualista de la
Republica Peruana. Luego, Mariátegui mal-interpreta la historia del Perú, al
proponer que la sociedad incaica era socialista/colectivista y por ende el paraíso
en la tierra. Por algo la sociedad incaica es llamada “Imperio de los Incas”,
porque fue precisamente eso, un imperio en donde la casta gobernante, los Incas
del Cuzco, eran dueños absolutamente de todo incluyendo la vida de sus súbditos,
a los cuales, de vez en cuando sacrificaba en ceremonias para obtener el favor
de sus dioses. Es precisamente la innovación en el derecho sobre la propiedad
individual de la tierra, que facilitó la conquista española. Los españoles con
sus leyes protegían al individuo, le daban libertad para moverse y emprender
actividades productivas, eso no sucedía con los incas. Huamán Poma de Ayala, el
cronista, “se quejaba que cualquier indio ahora se vestía con ropas caras y
pomposas,” conducta prohibida con los incas. Los indios americanos eran súbditos
y ciudadanos del imperio español y podían tener propiedad. Mariátegui confunde
el sistema comunal, el cual fue introducido también por los españoles como
forma de gobierno, como si fuese un invento incaico.
El colectivismo en la
China comunista de Mao ocasionó la muerte directa por hambruna de sesenta millones
de personas. La confiscación de la tierra y posterior colectivización destruyó
totalmente los sistemas productivos. China sufrió hambrunas durante todo el
periodo de colectivización de la tierra, hambrunas que fueron enmascaradas con
propaganda política. Es a partir de 1980 cuando se autoriza la producción individual
y el lucro en las granjas, que la producción agrícola en China se recupera, y
el país se moderniza.
La receta de Mariátegui,
esta siendo aplicada en Venezuela y Cuba. La confiscación de la propiedad es
una excusa ideológica para que los líderes de la revolución comunista y sus
amigos se enriquezcan y, de paso eliminen a potenciales enemigos políticos. Cuba
y Venezuela tuvieron prosperas agroindustrias y agricultura, ahora no existen,
y la hambruna es una sombra constante en esos países.
En Perú, el general Juan
Velasco Alvarado, aplicó las ideas colectivistas de Mariátegui y el resultado
fue calamitoso. Antes de la llamada “Reforma Agraria,” el Perú tuvo agroindustria
y prosperos fundos agrícolas, actividades que producían buen empleo para miles
de peruanos. La colectivización la destruyó totalmente creando un problema de pobreza
crónica en el campesino que hasta ahora no se ha resuelto.
El “problema del indio”
de Mariátegui tuvo como meta ahondar las diferencias, tomando a un grupo cultural
peruano, del ande, y utilizarlo como masa para llegar al poder. Abimael Guzmán
Reinoso, a quien Mariátegui inspiró, intentó sin éxito, aplicar por la fuerza lo
ideología Mariateguista. Por supuesto, el campesino se opuso, porque le quisieron
confiscar su propiedad y al mismo tiempo le prohibían que generara riqueza para
él y su familia. La reacción del comunista Abimael fue violenta, con masacres
masivas de campesinos, “que hicieron correr ríos de sangre.”
En conclusión, la interpretación
sobre el Perú, que tuvo Mariátegui, es herrada y totalmente ideológica, se ha
intentado en otros lugares y el resultado sigue siendo el mismo; pobreza,
hambruna, colapso económico.
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