viernes, 1 de mayo de 2020

PANDEMIA Y EL FIN DE LA PROFESION DE MAESTRO



Pandemia y el fin de la Profesión de Maestro
Por Jeffrey M. Kihien-Palza
Abogado. UPT. LLM. American University.
LDP.MBA. Johns Hopkins University.

La educación a distancia tomó impulso en el siglo dieciocho con la estandarización del servicio de correo postal. La nueva tecnología -el correo postal- permitía acceder a la educación sin necesidad de atender clases y a un precio muy accesible. Este tipo de educación se fue adaptando a las nuevas tecnologías, primero al telégrafo, luego a la radio y la televisión.
A lo largo de su larga historia, la educación a distancia era considerada de menor calidad que la educación socrática, la del aula en colegios y universidades. Era vista con cierto desdén y recelo, es que exige un alto grado de disciplina y honestidad por parte del alumno. Quizás la honestidad sea el factor que no permitió que su utilización se masifique globalmente, sin embardo no desapareció.
En 1999 la educación a distancia se adaptó a la nueva tecnología digital, la internet le abría un nuevo abanico de oportunidades, con el “e-learning” como se le bautizó, el alumno y el profesor podían interactuar en tiempo real, es una experiencia mas cercana a la del aula.
Para 2019, las universidades mas reconocidas del planeta ofrecían cursos y diplomas a distancia, no importaba en que lugar del planeta el alumno se encuentre, educación masiva y de calidad, dependiendo del alumno, por supuesto. Aun así, el método tradicional de enseñanza en las aulas seguía utilizándose con mucho vigor, el contacto con el maestro era la atracción, hasta que en Marzo 1 del 2020 occidente se apagó, las democracias occidentales suprimieron los derechos fundamentales básicos prohibiendo directa o indirectamente la congregación de alumnos y maestros en las aulas. Occidente prohibió la educación socrática después de miles de años.
La reacción de la industria educativa global fue adoptar inmediatamente el e-learning, el 100% de la educación en occidente se desplazó a la internet, obligada por las circunstancias de una pandemia que se divide entre lo real y lo imaginario, o lo real y la farsa.
El algoritmo, invento del siglo IX, es básicamente una ecuación matemática que resuelve un problema limitado por las variables que suministramos, ese algoritmo es la base de la inteligencia artificial (IA), para explicarlo sencillamente, el algoritmo es la piedra fundamental de las computadoras, del cerebro de la computadora.
Cada uno de los usuarios de una computadora tiene un algoritmo, ese algoritmo va desarrollándose a medida que uno interactúa con él. El teléfono que tienes en las manos, por ejemplo, contiene tu algoritmo, y si te has dado cuenta el corrector de palabras te sugiere el lenguaje que tu acostumbras a usar. Lo mismo sucede cuando participas en las redes sociales, tu algoritmo se conecta con otros en la nube virtual para sugerirte opciones que te agradan. Como por arte de magia si te interesa correr, tu algoritmo te conecta con el algoritmo de Adidas. Si te interesa la historia, tu algoritmo te alimenta con documentales y libros sobre el tema. Tu algoritmo se adelanta a ti, sabe como piensas y que es lo que te hace feliz.
La pandemia ha forzado a occidente a cambiar su matriz educativa, la matriz ya no es el maestro, mas bien el algoritmo personal. A cada niño se le asigna uno (con la Tableta o computadora), el mismo que irá evolucionando a medida que el niño interactúa con él. El algoritmo se convierte en IA, en un maestro en si mismo capaz de detectar los ciclos y cambios en la personalidad de su reflejo, el humano. En este momento el algoritmo te hace recordar que medicinas tomar, que comer, cual es la música que mas te gusta y a que hora del día, he inclusive mantener una conversación humano contigo.
La perspectiva de que la IA va a reemplazar al maestro es latente. El maestro será el algoritmo, un maestro privado para cada ser humano, que lo acompañará desde el nacimiento hasta la muerte, posiblemente estamos siendo testigos del fin de la escuela y de la universidad tradicional, no existe otra vía por el momento, si estas encerrado en tu casa prohibido de realizar las interacciones humanas que desarrollabas hace solo cinco semanas.
La educación, dentro de esta perspectiva, ya no la ofrece el estado, mas bien las corporaciones globales que serán capaces de crear la historia que ellos elijan. El maestro, no será el personaje local, respetado y adorado por la comunidad y sus alumnos, sino más bien un holograma, una voz, cercana y presente al mismo tiempo, y a un costo muy bajo para los gobiernos. No mas planillas, la automatización de la educación, que parecía imposible precisamente por el factor maestro, por el contacto humano del maestro, ha desaparecido. Es que esta crisis ha sido diseñada para prohibir el contacto humano. La industria de IA y robótica han encontrado la puerta abierta a la cuarta revolución industrial. Que dirían mis padres que fueron maestros.

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